Italia ha tirado la primera piedra. Hasta ahora, ningún país europeo había regulado el derecho de las mujeres a ‘disfrutar’ de una baja laboral por los dolores menstruales, pero nuestros vecinos han servido el debate caliente como la primavera. ¿Sería posible ofrecer a las mujeres que padezcan una dismenorrea que le dificulte realizar su trabajo un máximo de tres días por mes en caso de sufrir este tipo de dolencia?
Lo cierto es que la medida ha sacudido los cimientos del orden establecido dando una bocanada de aire fresco a todos aquellos y aquellas que ven el gesto del parlamento italiano como un paso hacia normalización de este ‘fenómeno’ mensual y cotidiano que es la regla y que aún parece tener más de tabú que de realidad natural y biológica propia del día a día.
Pero, ¿realmente es positivo? O mejor dicho, ¿puede esta medida fomentar (aún más) la discriminación a la hora de que las mujeres accedan a un puesto de trabajo? Muchas son las voces que ya han advertido de este efecto colateral tan perverso como injusto. Eso significa que aunque la medida sea deseable, posible y viable… ¿sería peligrosa? Está por ver si realmente nuestra sociedad es capaz de hacerlo evitable.
Miles de mujeres sufren fuertes dolores menstruales mes a mes. En España, esta dolencia crónica, conocida también como síndrome premenstrual (SPM) o dismenorrea, lo sufre el 73% de las mujeres, pero sólo un 9% de forma severa. Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor abdominal y pélvico que aparece antes o durante la menstruación. Además, en ocasiones provoca náuseas, dolor físico, cansancio y dolor de cabeza, entre otros efectos.
Si finalmente la propuesta saliera adelante, Italia sería el primer país de la Unión Europea en adoptar esta política. Pero ésta es una medida mucho más popular en algunos países asiáticos con Japón a la cabeza, donde existe una ley que regula las bajas laborales de este tipo ’seirikyuuka‘, que se traduce como “derecho fisiológico”– vigente desde 1947.
En otros como Indonesia las mujeres tienen derecho a dos días al mes por los efectos generales (no se distingue entre físicos o psíquicos) de la menstruación. Más allá de leyes, algunas empresas como Nike u otras más pequeñas como Coexist en Bristol, de la que ya hablamos en este blog, han adoptado la medida como parte de su política interna para que sus trabajadoras puedan coger unos días libres durante el periodo.