La regla sigue siendo un tabú sometido a la ‘invisibilización’ y los estigmas. Lo es porque aún vivimos en un mundo en el que el rojo es una representación violenta que hay que esconder. Y el azul no. El camino a recorrer aún es muy largo. Por suerte, en este camino cada vez cuenta con más personas que han hecho de una realidad hasta ahora silenciada una lucha para la normalización de lo más normal del mundo: la menstruación.
2018 ha sido un año combativo y feminista, que pasará a la historia por haber ocupado las calles de mensajes de igualdad y empoderamiento. Sin embargo, son muchas las mujeres que siguen viviendo el ciclo menstrual ‘en blanco y negro’, como algo molesto y doloroso. La regla forma parte de nosotras y nos define. Esconderla, vivirla bajo el miedo o el prejuicio nos aleja de nuestra verdadera esencia.
Eso es algo que identificado -y muy bien- Érika Irusta (Barakaldo, 1983). Ya la hemos presentado en anteriores entradas, pero volvemos sobre ella con motivo de su reciente libro ‘Yo Menstruo’, editado por Catedral y que puede ser un excelente regalo que hacer y hacerse estas navidades. Un libro que va un paso más allá, tal y como recoge en un artículo de Público.
“De nuestra menstruación no sabemos nada” y “la menstruación no es el problema. El problema es quién menstrua en esta sociedad“, son las dos premisa sobre las que Érika ha construido un relato que quiere ser una llamada a la acción y a la reflexión para disociar definitivamente todo aquello que vincula a la menstruación con un proceso de dolor que puede incluso discapacitar.
Tal y como señala, aceptar la condición de sufrimiento en la mujer ha mermado la investigación y diagnóstico sobre este proceso. “Se calcula que el 20% de las mujeres pueden sufrir endometriosis, es decir una de cada cinco. Esta frecuencia representa que la endometriosis es más frecuente que el asma, la diabetes, la epilepsia y el sida juntos. Y no sabemos nada“, señala.
Desde Farmaconfort siempre hemos abanderado una menstruación natural, tangible. Una menstruación ‘slow’ y real que abordamos con productos hechos de algodón que cuidan la piel desde el respeto y la conciencia y que no esconden nada porque, sencillamente, no hay nada que esconder. Lo hemos hecho en 2018 y lo seguiremos haciendo en 2019, porque la salud menstrual es también nuestra lucha.